Cómo elegimos usar la Luna
La luna siempre ha servido de inspiración para la humanidad, y hay muchos beneficios potenciales para una mayor exploración del satélite rocoso de nuestro planeta.
Pero necesitamos establecer pautas para prevenir comportamientos poco éticos en la luna, particularmente con respecto al uso de recursos naturales y mano de obra fuera del planeta.
La forma en que los seres humanos deben interactuar con el espacio y los objetos celestes es fundamental para el campo emergente de la ética espacial. Es algo con lo que he estado involucrado desde 2015, cuando enseñé mi primera clase sobre el consentimiento para el uso de objetos celestes en el Instituto de Bioética de Verano de la Universidad de Yale.
1. Asentamiento humano en la luna
Algunas personas creen que establecer asentamientos humanos en la luna —y otros cuerpos— puede ayudar a disminuir la carga ambiental de la sobrepoblación en la Tierra.
Si bien las cuestiones prácticas de supervivencia y mantenimiento de la comunicación reciben mucha atención en las discusiones sobre los asentamientos lunares, las consideraciones éticas a menudo se pasan por alto.
2. Minería de la luna
La luna ya está siendo considerada como un sitio minero, o una base de operaciones para la minería de asteroides.
Al igual que con todos los proyectos mineros en la Tierra, hay preocupaciones sobre la sostenibilidad ambiental y si es apropiado que las corporaciones mineras se beneficien de la comercialización de los recursos naturales en el espacio.
3. Investigación médica en la luna
Se habla del potencial de los órganos impresos en 3D en gravedad cero a bordo de la Estación Espacial Internacional.
Los órganos de impresión 3D en la luna, donde la gravedad es una sexta parte de la Tierra, podrían ser el siguiente paso para abordar la escasez de órganos disponibles para el trasplante. Luego está la posibilidad de otras investigaciones médicas en la luna.
Hay regulaciones estrictas para la investigación médica en la mayoría de los países de la Tierra, y los experimentos en la ISS se realizan bajo la vigilancia de los socios de la estación. Pero no existe un sistema global que revise si los estudios médicos propuestos en la luna son éticamente aceptables.